rage, rage against the dying of the light

Aviso:

Las personas que intenten encontrar un motivo en esta narración serán procesadas; las que intenten encontrarle una moraleja serán desterradas; las que intenten descubrirle una trama serán fusiladas.

Por orden del autor,

Mark Twain
en Las aventuras de Huckleberry Finn

KARINHAUS = CASA DORADA

Cristales de Bohemia gritan Civilizado aullido
final tenso en la cuerda de mi jefe
Esplendores ocultos
de quien roba paisajes y se inventa palacios y no nidos
de águila
de quien sueña el poder para poder gozar
...
Ahora el viento en oboes nos canta canciones
de invierno
y yo sé que mataste al esclavo que más fiel te era
pues era tan bello
...
Y un poco más lejos antorchas despiertan la luz
del cuchillo
Tu bárbara diosa tu amada hiperbórea ha encendido
enorme brasero morada del lobo de siempre
bestia bella y triste devora la tarde del mundo
(Los dioses envueltos en ropas de hielo
-tus dioses los míos juguetes del mundo
tan ciego
...)
Ya los almacenes del fuego tan rojo tan blanco
tan negro
desprenden perfumes y en pesado vuelo
te lanzas al aire Te llevas guardados en los
ojos muertos
los cuadros los cuerpos los campos los gritos
los cuerpos
y nadie ha entendido la última ironía
frente a los jerarcas de uniforme azul cielo
...

E. HARO IBARS
En rojo

somos un tronar de dedos

cuidado...

el horizonte es estrecho. caemos en la docilidad del vientre satisfecho. en la lujuria de creer que ya todo está hecho. y entonces ya no llueve más.

cuidado...

si batimos récords de soledad. despite life is a team sport, la carrera de fondo es solitaria. y empecinados en los hábitos. diseccionando dedos. analizando cuencos. ¿cabrá?

cuidado...

que no se derrame ni una gota. digo que no tengo fuerzas. y en realidad lo que no tengo son ganas. me río loca. y a veces también me río cuerda. podríamos volar.

cuidado!
se ve que avril ha llegado
pero en mayo.

y la vida sigue (de momento)

y no fue tan rápido
tardaste una eternidad en besarme
así que tuve que acercarme
y luego estuvimos una eternidad
besándonos

y después te despediste
sin atinar a saber
porqué me dolía tanto
y pasó otra eternidad
hasta que apareciste
con tu coche blanco

una eternidad de conversaciones
una eternidad de viaje
una eternidad alrededor del estanque
una eternidad en el silencio de los patos

y entonces se hizo de noche
y el ritmo se aceleró
y me ví sentada mirándote
deseando tener otra vez
todo el tiempo del mundo
mientras nos íbamos

y me costó dormirme
y no te he vuelto a ver
y de eso hace ya
(por lo menos)
una eternidad...