a veces
hay que darle la espalda al mundo
a veces es preciso dudar sólo un segundo
cerrar muy bien los ojos, hacer oídos sordos
cantar una canción
a veces
cantar una canción
a veces
lo único urgente es saber qué decir y negarse
olvidar la afilada cara de la memoria
atándose a la muerte de los instantes
a veces no queda otra que meterse
olvidar la afilada cara de la memoria
atándose a la muerte de los instantes
a veces no queda otra que meterse
en la piel del llanero solitario: steal a silver stallion
pateando una puerta, rompiendo una ventana
a veces
hay que darle al mundo la espalda
y no creerse
nada
y suspender el juicio
y confiar
en el enemigo
y confiar
en el enemigo
(no, el cinismo no basta..)
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