3/2/08

future world




The most terrifying fact about the universe is not that it is hostile but that it is indifferent, but if we can come to terms with this indifference, then our existence as a species can have genuine meaning. However vast the darkness,we must supply our own light.

Stanley Kubrick

6 comentarios :

Ezequiel dijo...

Kubrick, un groso. El sitio, me gustó

Saludos!
Ezequiel
www.unarazonparavivir.com.ar

Anónimo dijo...

llegar a terminos con esa indiferencia, como llegar a terminos con el ateismo al q por fuerza hemos llegado, como llegar a terminos con es falta de esperanza del artículo de cercas, llegar a terminos, en el sentido de llegar a planteamientos morales,cada cual el suyo, que den respuesta de forma satisfactoria... seria encontrarle el sentido a la vida, sería la revolución cultural, moral, humana y, sobretodo, personal a la q todavia no llego ni a imaginar por completo, solo intuiciones abiertas al vacío, a lo desconocido, intuiciones no resueltas.... .... pff .... morir y renacer de nuevo ....

.jj

saddie dijo...

gracias por hablar, a los dos.

saludos.

PS: viene a ser como aquello de frankl, arrancarle el sentido a la propia vida.
A R R A N C A R - L O.
caminar con tu propia luz, porque los plomos, nen, están fundidos (¿todos estamos locos?).

Anónimo dijo...

por fin puedo leerte de nuevo, chicatriste (y es un gusto).

entiendo lo que quiere decir kubrick, y sin embargo esta vez difiero. el simple hecho de pretender que el universo tiene alguna actitud o intención hacia nosotros, calificar esa mirada, sea como hostil o indiferente, ya es homocentrismo.

hay formas más modestas de subrayar nuestra insignificancia sin apelar a fuerzas superiores.

pero de que debemos brindar nuestra propia luz, eso que ni qué. :-)

un grapat de sorra,
bosquimà

Gus dijo...

Chica... que es de ti?

saddie dijo...

qué alegría veros por aquí a los dos!


;)

PD: perdonádme las ausencias, es sólo que a veces toca morir, y a veces toca vivir... en ésas ando.

One cannot be deeply responsive to the world without being saddened very often. // Erich Fromm