no te agarra de repente la nostalgia?
no echas de menos algo?
todos estos años
cuando el método
no funcionaba
cuando se acumulan
montañas llenas de granos de arena
cuando el desierto y las dunas
Creativity requires the courage to let go of certainties. (Erich Fromm)
El arte es un juego diario de vida y muerte y, si vives un poco más de lo que mueres, continuarás creando un material bastante bueno, pero si mueres un poco más de lo que vives, ya sabes la respuesta.
El mundo de Eduardo no era éste sino otro. Como Rimbaud, fue incapaz de aceptar la vida tal como era, la detestaba porque no era como la había imaginado. No aceptaba las debilidades de sus compinches ni sus mezquindades. Era implacable, carecía de tolerancia o compasión con ellos. A Eduardo nada le habría gustado más que tener pico y plumas, y poder volar.
(...)
Como Eduardo se consideró extranjero en un mundo extraño decidió ir hasta el fin del modo que a él le gustaba ser o sabiendo cómo no le gustaba vivir, aun contando con los inconvenientes que tiene eso, pues chocaba a diario con las esquinas de la realidad. (...) "es el tipo de personaje que hace una apuesta muy fuerte. La mayor parte de la gente de mi edad en este país hizo apuestas a partir de la segunda mitad de los sesenta, pero la mayor parte se replegó y se buscó una vía de supervivencia muy confortable. Eduardo la mantuvo hasta el final y eso es admirable." (...) Eligieron el goce y la diversión como arma política.
(...)
Eduardo fue un leal de los surrealistas desde la adolescencia hasta la muerte. Como ellos, se tomó muy en serio arte y vida.
(...)
"No intento justificarme, pero hay una cosa que está clara: mi forma de vida es absolutamente incompatible con cualquier trabajo."
-Pero, ¿cuál es la verdadera dimensión literaria de Haro Ibars?
-Yo distingo el personaje de la obra. Escribí este libro porque consideraba que su vida merecía ser contada. Me reprochan que Haro es un escritor menor, un gilipollas, un payaso. Pero lo que a mí me interesa es su historia.
La transgresión es desaparecer, encontrar un lugar en el que nadie nos vea. El enigma del escondite -su absurdo drama de deseos en conflicto, un juego en el que perdemos si nos encuentran y en el que no ser encontrado es ganar- se convierte en esquema del dilema del erotismo: ¿queremos que nuestra sexualidad intensifique la conciencia que tenemos de nosotros mismos, o que nos libere de ella?
Lo que queremos nace de aquello de lo que queremos escapar. (...) Si queremos escapar de alguien es porque se ha vuelto importante para nosotros. (...) Las cosas no dan miedo porque son reales; son reales porque dan miedo. (...) No siempre huimos de algo porque es inaceptable; a veces sólo es inaceptable porque huímos de ello. Hay personas que pueden definirse por aquello de lo que escapan, y otras por el hecho de estar siempre escapando. Y la gente tiende a describir lo que forzosa y compulsivamente evita -su gama de peligros- en términos de fracaso personal.
(...)
Quien quiere dominar el arte de la fuga, primero tiene que encerrarse. (...) Houdini tranquilizaba, porque no destruía la cosa de la que escapaba. (...) Su mensaje: es posible hacer cosas extraordinarias que no cambien nada. (...) Transgredimos para descubrir si podemos escapar.
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Lo contrario del miedo es la elección. (...) Pero es una decisión que nunca puede concretarse, una decisión que tenemos que tomar una y otra vez porque las cosas siempre nos dan alcance.
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Houdini creía que él "era" sus decisiones, que tomar una decisión se parecía a la magia, un arte que, de la nada, conjuraba un yo. (...) La magia es la ilusión de que la magia existe.