14/4/06

"qué mierda, tía.."

era lo más que me podía decir.
"sí"
le decía yo. era lo menos que le podía decir.
"se ha muerto, tía..."
silencio que no pesa. al fin,
"joder..."

eso era todo.

no sé porqué ocurrre. dicen que las malas noticias nunca llegan tarde. o que no tardan, que no es lo mismo. pero a veces ocurre. y se siente uno culpable por no haberse enterado antes, como si eso solucionara algo. es una culpa de rebote. un dolor en diferido. que no encaja. dice que tiene sensación de irrealidad. yo le digo que una noticia así no se cree de golpe.

y ahora ¿cómo se sigue?

es una pregunta que no se hará nunca. menos mal.

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One cannot be deeply responsive to the world without being saddened very often. // Erich Fromm